Historia Americanista

 

 

Todo comenzó el 12 de octubre de 1916 (el "Día de las Américas", de ahí el nombre de la institución) con la fusión de los colegios maristas "Récord" y "Colón", siendo el primero de los dos la base para el nuevo club. Rafael Gutiérrez y Germán Nuñez Cortina formaron el apoyo necesario para que se fundara. El nombre "América" fue propuesto por Pedro "cheto" Quintanilla y los muchachos que se habían reunido en los llanos de La Condesa votaron esa propuesta por unanimidad. Sin embargo, como persistía la división entre los dos colegios, entre 1918 y 1920 al club se lo llamó "Unión", curiosamente el mismo nombre con el que se lo había bautizado en sus inicios al archirrival tapatío de 1906 a 1908. En 1920, sin embargo, el equipo crema readopta el nombre "América", para dar comienzo a una época de esplendor. Con la fundación del club, se propuso formar una directiva que realizara las gestiones necesarias para ser aceptado en la Liga Mayor. Como presidente asumió Florencio Domínguez Cortina, quien se encargó de crear dos nuevas categorías en el club: la mayor, que sería la que buscaría un lugar en la liga del Distrito Federal y que estaría integrada por jugadores mayores de 15 años; y la menor, a cargo de Rafael Gutiérrez, y en la que jugarían los menores a los 15 años. El América jugó un torneo de segunda fuerza y ganó en ambas categorías, por lo que en 1917 decidieron pedir su ingreso a la Liga Mayor. Los equipos extranjeros que la formaban los miraban con desprecio, como jóvenes sin experiencia y, por si fuera poco, mexicanos. Algunos de los clubes que integraban la liga eran México, Necaxa, el España y el Asturias (clubes exclusivos, cerrados); y por el otro lado estaba el Atlante que aparecía como el único equipo popular aceptado. A pesar del rechazo en primera instancia al América, las otras instituciones aceptaron hacerle una prueba de tres partidos de los cuales no podía perder ninguno (ganó los dos primeros, y empató el tercero contra el España). Unos años después, en la temporada 1923-24, América superaría al Club España al adjudicarse la Copa Vizcaya, dando inicio a una década de grandes logros. De la temporada 1924-25 a la de 1927-28, el equipo crema acaparó el campeonato de la liga de Aficionados (consiguiendo los dos primeros torneos de manera invicta), ya habiendo incorporado algunos extranjeros en sus filas, aunque en las alineaciones de juegos finales de campeonato, solo aparece el inglés William Heyder, en la temporada de 1924-25. La transición de los años 20 a los 30 representó también para el América un periodo de transformación. Comenzaron a retirarse jugadores de la primera generación dándolse paso a otros grandes valores que iban apareciendo, tal es el caso de Rafael Navarro, "Navarrito", que aparecería en la temporada 1929-30, y que representaría a la selección mexicana en las eliminatorias para le mundial de 1934. La década del '30, sin embargo, no fue una época feliz para el América ya que se vio superado por el España -que ganaría cuatro títulos-, por el Atlante, "el equipo del pueblo", y por el Necaxa, también ganador de cuatro campeonatos. El único trofeo que pudo adjudicarse el América fue la Copa conquistada en 1938, con Luis "Pirata" Fuente como su máxima figura. A pesar de los pobres resultados entre 1930 y 1940, surgieron algunas personalidades como el guardameta Rafael Mollinedo y Octavio Vidal, y hubo algunos resultados rutilantes también, como las victoria frente al Athletic Bilbao, el 28 de julio de 1935, por 2 a 1; y el triunfo contra el Barcelona de España por 2 a 0, el 20 de junio de 1937. La desaparición de Necaxa justo cuando estaba por comenzar la época profesional, fue un hecho que benefició al América ya que varios jugadores de los "electricistas" como Toño Azpiri, "Perico" Vera, Salvador Mota, Carlos Mendoza y Don Nacho Trelles pasaron al cuadro azulcrema. El debut en el fútbol profesional fue en la temporada 1943-44, más precisamente el 17 de octubre de 1943 cuando el equipo crema enfrentó al ADO (Asociación Deportiva Orizabeña), superándola por goleada de 6-1. Tres meses después, en el invierno de 1944, América chocó por primera vez contra el que ahora es su archirival, el Guadalajara, partido que ganaron los tapatíos por 3-1 en el Parque Oblatos en la Perla de Occidente. Sin embargo, el desquite llegaría poco tiempo después, cuando los pupilos de Don Luis Regueiro, en el partido de vuelta de ese mismo torneo 1943-44, humillaran al Guadalajara con un contundente 7-2. Al llegar a los 50, la rivalidad entre América y Guadalajara se torna todavía más apasionada. En los años 1954 y 1955 los azulcrema se adueñaron de la Copa México superando en las finales al equipo tapatío. La primera de ellas muy emotiva, pues se requirieron de los tiempos extras y penales para que hubiera un ganador. La figura de los americanistas fue el argentino Emilio Fizel, quen le anotó tres goles al famoso portero del Guadalajara Jaime "el tubo" Gómez. En la segunda, el conjunto americanista le ganó a los tapatíos 1-0 y luego le ganaría al campeón de Liga, Zacatepec, por 3-2 para coronarse por primera vez Campeón de Campeones. A fines de la década del '50 don Emilio Azcárraga Milmo adquirió la franquicia del Club. Poco antes de que el renombrado empresario comprara a los azulcrema, don Fernando Marcos asumió como director técnico en la competencia 1957-58, cuando en el plantel se encontraban figuras como Portugal, Lemus, Walter Ormeño, "Tigre" Gómez, Nájera, Bosco, Valdés, Buendía, Palmer, Calderón de la Barca, Soto, Pavés, "Pepin" González, Palleiro, Arrieta, Jasso, el argentino Shandleid y Enrique Huerta como portero suplente. Pese a tener un buen grupo de jugadores, el América finalizó 9º entre 14 equipos que participaban en el torneo 57-58. En la temprada siguiente, el equipo crema tuvo el desquite finalizando en el cuarto lugar y Eduardo González Palmer se consagró como el primer campeón goleador americanista en la era profesional, con 25 goles. El 12 de noviembre de 1959, América y Guadalajara se midieron en el estadio de C.U. para practicamente resolver la supremacía del torneo 1959-60. Ante la abarrotada cazuela del Pedregal, los tapatíos ganaron 2-1. La competencia 1960-61 fue en extremo complicada para el bando capitalino, que sólo pudo ubicarse en el quinto sitio de la tabla con 26 puntos. Ya para la campaña 1961-62, Emilio Azcárrga dispuso que el señor Guillermo Cañedo, quien venía fungiendo como presidente de los cañeros del Zacatepec y de la FMF, se hiciera cargo de la oficina del América. Entre las primeras contrataciones significativas de Don Guillermo Cañedo están la de los brasileños Francisco Moacyr, Ney Blanco de Oliveira, Urabato Nuñez y José Alves, "Zague". Además, designó a Ignacio Trelles y dejó a Mario Pérez en calidad de asistente. La noche del 21 de abril de 1964 en el estadio Universitario de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, el equipo que ya conducía don Alejandro "conejo" Scopelli superó 6-5 a la Pandilla del Monterrey en la final de Copa y Alfonso Portugal cumplió una memorable actuación al anotar 5 de los goles azulcremas (José "Pepín" González consiguió la otra anotación) Para 1965, América volvió a demostrar su supremacía en la Copa al vencer por 4-0 (dos goles de Javier "Chalo" Fragoso y dos de Vavá) a los Canarios del Morelia, la tarde del 7 de marzo en la cancha del estadio de la Ciudad Universitaria. También el torneo siguiente fue ganado por el equipo azulcrema al derrotar el 19 de diciembre de 1965 al Veracruz por 2 a 0 con tantos anotados por Jorge "Coco" Gómez y "Chalo" Fragoso. Al finalizar la campaña,los cremas habían sumado 42 unidades, con 18 victorias y seis empates; sufriendo 6 derrotas y reciebiendo 29 goles. El brasileño Zague contrubuyó con 20 anotaciones a la cosecha de 55 tantos que hicieron al América el cuadro más goleador entre 16 clubes. Al año siguiente, el América no pudo consagrarse campeón pero hubo un hecho significativo más que relevante en la historia del club: se inauguró el estadio Azteca el 29 de mayo de 1966 con un partido amistoso frente al Torino de Italia que terminó igualado en dos goles. El primer jugador en marcar un gol en el mítico estadio fue el brasileño Arlindo dos Santos Cruz, más conocido como "Memín." Con la finalidad de resolver al campeón de cada temporada, después de la Copa del Mundo de 1970 se creó el sistema de liguillas posterior a las competencias regulares. Y el América fue el primer cuadro en consagrarse campeón bajo esta fórmula, derrotando en la gran final al Toluca por 2-0, la tarde del 1 de agosto de 1971 en el Estadio Azteca. Los tantos americanistas fueron concretados por el chileno Carlos Reinoso y Horacio López Salgado. Además, en ese mismo torneo Enrique Borja anotó 20 tantos y obtuvo el primero de los tres títulos de goleo que ligó con la playera americanista. En la víspera del invierno de 1973, América, dirigido por don José Antonio Roca, capturó la Copa al dar cuenta del Cruz Azul por 2-1 en el Estadio Azteca. Los chilenos Osvaldo Castro "Pata Bendita" y Roberto "Negro" Hodge fraguaron los goles del cuadro de Coapa. En el verano de 1976, América volvió a la cima del futbol mexicano al obtener el campeonato de Liga. En la final, los Cremas se impusieron por marcador global de 4-0 a la Universidad de Guadalajara. Por si fuera poco, América derrotó 2-0 a los Tigres de la UANL en el duelo por el Campeón de Campeones. El 18 de enero de 1978, América derrotó 1-0 al monarca de Surinam, el Robin Hood, con lo que alcanzó la honra como campeón de la Concacaf. Poco después, los azulcrema se consagraron como campeones de la Copa Interamericana superando 2-1 al prestigioso equipo argentino Boca Juniors. La segunda y definitiva anotación americanista la logró el chileno Carlos Reinoso, tras una brillante jugada. La década del '80 es considerada como la época más brillante del club, en la cual el América dominó el horizonte del futbol nacional, impuso condiciones y ganó campeonatos (cinco títulos de liga, dos de Campeón de Campeones y uno de Concacaf). Entre tantas variantes en el panorama americanista se cuenta el cambio de presidente, cuando Emilio Diez Barroso asumió el cargo en lugar de Guillermo Cañedo, quien posteriormente ocupó un puesto importante en la FIFA. En los 80's el apodo de "Canarios" desaparecen para dar paso a las "Águilas", buscando tomar la representación de una animal que transmita orgullo y que sea dominador de su medio ambiente, tal como una águila. Al mismo tiempo, América cambió de uniforme; emplea una playera amarilla con un diseño triangular azul que busca emular una águila altiva y además se agregó el himno del equipo, compuesto por Carlos Blanco. Carlos Reinoso, asumió el puesto de Director Técnico con quien América lució implacable en la competencia 1982-83 al totalizar 61 puntos. Acumuló 26 victorias, 9 empates y sólo 3 derrotas, marcó 69 goles y aceptó sólo 27. A todo esto hay que agregar que el argentino Norberto Outes se erigió campeón goleador con 22 anotaciones. Sin embargo, en la liguilla el vuelo de las Aguilas hacia el campeonato fue frenado por su más odiado rival, Guadalajara. Tras sacar ventaja en el Estadio Jalisco de 2-1, América perdió 3-0 en el Azteca en el juego de vuelta. Quizá, este ha sido el mejor América que se ha quedado corto en su afán por ser campeón. Al año siguiente, sin embargo, las Aguilas, después de un empate a dos en la final de ida en el Jalisco, superaron a las Chivas por 3 a 1 con goles de Bacas, Tena y Aguirre. Para la competencia 1984-85, se hizo necesaria la celebración de tres encuentros de final entre los Pumas y las Aguilas al haber dos empates en los primeros partidos (1-1 en el Azteca y 0-0 en C.U.). en el tercer y definitivo encuentro, en el estadio Corregidora de Querétaro, la noche del martes 28 de mayo de 1985, los azulcrema ganaron 3-1 con dos goles del "Ruso" Brailovsky y uno de Carlos Hermosillo, en tanto que el "Tuca" Ferreti asentó la de la honrilla universitaria. El tricampeonato se consiguió en octubre del mismo año, cuando las Aguilas encararon al Tampico Madero en la final del Prode 85, uno de los dos torneos cortos previos al mundial de México 86. Luego de una batalla de ida en la que el bando tamaulipeco obtuvo una cómoda ventaja de 4-1, el América hizo la hombrada y en el juego de vuelta los venció 4-0, en uno de los más grandes regresos en la historia del América y del futbol mexicano.